Cuando éramos niños todos ansiábamos tener un cuarto de juegos. Normalmente, por cuestiones de espacio ese lugar queda relegado a un rincón de la habitación (en el mejor de los casos) o a toda la casa, con el consecuente despliegue de juguetes por doquier, lo cual afecta directamente a la decoración del hogar.
Bien, ante esto, la solución más efectiva es intentar aprovechar la habitación infantil para poder crear un ambiente de juegos perfecto. ¿Cómo? Usando, por ejemplo, camas con estructuras lúdicas.
Imaginad una cama con forma de casa, una con forma de barco pirata, una cama con forma de tienda de campaña o una que sea un centro de belleza completo. Lo cierto es que en la actualidad los fabricantes se esfuerzan en integrar ideas llamativas, de esas que cuando eres niño te dejan con los ojos como platos.
¿La ventaja? Si nuestros hijos encuentran en su habitación un lugar de juegos no necesitarán llenar el resto de la casa con juguetes. ¿Desventaja? Que muchas veces, a pesar de que suelen ser estructuras con tamaños estándar (aptas para todas las habitaciones), nos encontramos con que el espacio de nuestras habitaciones no es lo suficientemente amplio, además, todo sea dicho, el precio de este tipo de estructuras no siempre es asequible.
Barajemos las opciones, los precios y los modelos. Y es que si no queremos gastarnos dinero pero tenemos espacio y somos manitas siempre nos quedará la opción de copiar los modelos de otros y hacer nuestro propio cuarto de juegos casero.
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