Siempre estamos a la búsqueda de nuevas opciones para redecorar los interiores de nuestro hogar, y generalmente buscamos alternativas económicas y fáciles de llevar a cabo, sin necesidad de hacer cambios muy radicales en la ambientación que ya teníamos en casa.
Para llevar a cabo este deseo pensamos en pintar las paredes, en cambiar los cuadros y las alfombras, en colocar nuevos adornos, en modificar la iluminación y hasta en renovar el mobiliario, y casi siempre con esto conseguimos lo que buscamos. Sin embargo, algunas veces las ideas escasean o simplemente no encontramos algo que armonice con los ambientes en casa.
Una idea que casi siempre funciona y que nos va a dar un aire renovado a las estancias es cuando utilizamos elementos rústicos para decorar las habitaciones, y para ello echamos mano de objetos muy sencillos y acogedores como los muebles de tipo rústico.
Tener uno o varios sofás rústicos en la sala, en la terraza o en el jardín nos va a proporcionar un escenario distinto y muy fresco en cada uno de los recintos que los adopten, y si su material es ligero, mejor. Para llevar a cabo la ambientación con sofás rústicos también hay que tener en cuenta el resto de la decoración en la habitación, puesto que el equilibrio armónico siempre debe mantenerse.
Si se trata de la sala, no necesariamente debemos llenar el espacio con material rústico por todas partes, pues bastará con el sofá y con algún otro elemento decorativo que lo complemente; las mesas pueden ser hasta de vidrio, igual de que los marcos de los cuadros y el resto del amoblado, por ejemplo.
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