Tanto las cortinas como las mamparas sirven para darnos intimidad en la ducha y evitar que el agua salpique todo el suelo cuando nos duchamos. Pero hay una gran diferencia entre ambas, y es que mientras las cortinas son más baratas las mamparas son más elegantes y sofisticadas.
Cuando compras una mampara, te habrás dado cuenta de que hay una gran variedad de modelos, pero el más adecuado es el que se ajuste a tus necesidades. Toma nota de algunos consejos que te pueden servir de ayuda.
- Lo primero que debemos tener en cuenta es el material; puede ser acrílico o vidrio. Esto dependerá un poco del precio, ya que las de vidrio suele ser más caras. Las de materiales acrílicos tienen la ventaja de que se adaptan a los platos de ducha de forma circular y son más ligeros.
- Otra cosa que debemos tener en cuenta son el número de hojas y cómo queremos que se muevan. La primera opción y la más simple, son las de una hoja fijada a la pared con una bisagra. Otra opción es la de hoja batiente. Otra opción, pero que cada vez se usa menos son las mampara de hoja plegable y por último las de hoja corredera, que se solapan una con otra para permitir el acceso a la ducha y luego se vuelven a desplegar.
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